La cita tan esperada no llegó en el mejor momento,con mi padre enfermo, toda la familia estábamos destrozados, pero no podíamos esperar, ni retrasarlo más tiempo, porque este se nos estaba echando encima y los nervios y la ansiedad no me dejaban dormir. La entrevista con el director del departamento de esterilidad no me sacó de dudas, por que de momento no empezamos ningún tratamiento, si no que tenía que llamar por teléfono y dejar mis datos en un contestador, cada vez que me bajara el periodo, cosa fácil en primer momento o eso me parecía a mi. Tuvimos que repetir todas las analíticas (cosa normal, porque habían caducado) y seguir esperando.....pero esta vez esperando a que me bajara el periodo, para llamar, el problema estaba en que había unas horas determinadas para dejar el mensaje y ¡¡¡¡¡ que casualidad !!!!, el teléfono siempre estaba comunicando. No me acuerdo los meses que estuve llamando pero más de cuatro seguro. Mientras tanto mi padre se iba apagando poco a poco, pero con unas ganas de vivir increíbles, un ánimo impresionante y un humor inmejorable, animando nos a todos y dándonos ejemplo, como siempre lo había hecho.
He tardado en escribir esta página por que todavía me cuesta recordar aquellos días y me acuerdo todavía lo que me decía mi padre, " ¿pero quien os manda?, ¡con lo bien que vivís!"
